Hoy hablaremos de las tres mejores ideas, resumen y pildoritas del libro “Aprender del Corazón” de Daniel Gottlieb .
Nos da lecciones sobre cómo manejar nuestra vida, como comprender el amor y mejorar nuestra capacidad de escuchar. Nos da sus aprendizajes más importantes sobre el acontecimiento que es la vida, sobre los vulnerables que somos los humanos con el amor, gracias a las lecciones tiernas de sus enseñanzas en los acontecimientos inesperados de su biografía.
Como aceptar los sucesos que te da la vida, como quedarse tetrapléjico, aceptar las desgracias como aprendizajes que necesitas adquirir en tu vida y empezar a aprender desde nuestro corazón.
3 Ideas de Aprender del Corazón
Nosotros debemos encarnar el cambio que deseamos ver en el mundo. Ghandi
Hipócrates, dentro de cada paciente hay un médico para sanarlo. Humano que ayuda a la gente a comprender y a sentirse cómodo con su propia humanidad.
Debemos vivir en nuestro alma, para sentir humildad y gratitud. Darnos un festín de vida.

Introducción
Me quedé tetraplejico, y los seres humanos se angustian cuando se enfrentan a algo poco corriente, huir de la angustia y su ansiedad cerraba sus corazones, y se me contagia.
Me tocó ir a terapia ocupacional, aquí has venido para vivir, no entendía nada, así que decidí observar.
En cambio, los que se animaban y me contaban su angustia. Estaban a gusto consigo mismo, generando un profundo amor y una gran compasión.
Comprender que las emociones son contagiosas, incluso las que no percibas.
1- Lo que he aprendido sobre el amor
El amor cura, tanto a quien lo da como a quien lo recibe.
Karl Menninger
El amor lo cambia todo, si eres correspondido o no.
La ansiedad nos impulsa a transformar las cosas para sentirnos mejor.
Mi cuerpo exploró las emociones de perder a mi hija.
Percibir la fragilidad de la vida, te sientes agradecido y lleno de amor. Debemos aprender a dejarnos llevar y no exigir no precisar nada, buscar lo desinteresado.
2- Y, a todo esto ¿Quién me creo soy?
Los animales aman la vida sin reservas. Saben que la vida y el amor son altruistas y no temen a la muerte.
A los tres años, los niños empiezan a separarse de sus padres e inician la construcción de una identidad.
El mundo nos enfoca en ser todo lo que puedas ser, y convertirte en lo que deberías ser en vez de llegar a ser.
No preocupar por tu identidad, porque todo cambia, incluido tú. Debemos aprender a prescindir de ella.
La diferencia estriba en el tamaño y la forma del yo ante la misma circunstancia de quedarse tetrapléjico. Para la gente mayor es el yo es más difuminado y el accidente es un suceso más de sus vidas.
3 – Pues yo sigo en mis trece
Alberga esperanzas con la teoría de los y si, o por creencias o inventadas.
¿Cuál es el resultado que más temo?
Para vivir sin eso que parece imprescindible y ves que eres capaz, convertir tu pesadilla en soportable. Debemos tener fe en nuestra capacidad de adaptación para abrirnos a más posibilidades.
Trepaba porque era escalador, le gustaba descubrir y aprender.
4 – Vivir bajo la campana de Gauss
Vivimos en continua presión, de hacer un poco más para conseguir objetivos, acordarte de la sensación donde quieres estar, en mi sitio, el último sitio de la segunda fila, donde era feliz y se estaba mejor.
No debemos enfocarnos en algo que no está hecho para nosotros. Aceptar que la mayoría estamos en la campana, somos normales y corrientes, debemos aprender a no trabajar sobre presión en todo y experimentar las lecciones del fracaso y gratitud hacia los fallos.
Es difícil transformar a tus hijos en la persona que queremos que sean, solo necesitamos fe para que encuentren su alegría y confiar en su flexibilidad, descubrir su prisma cuando lo necesitan, del don mismo de la vida, curándonos e hiriéndonos.
5 – La capacidad de escuchar, todo lo cura
Los pensamientos interfieren en nuestra capacidad de audición, y también en nuestras emociones.
Los adultos por las prisas y preocupaciones no escuchamos lo nuestros hijos nos dicen, pero perdemos su significado, una educación al vuelo.

Confiar en que le iría bien, y han hecho todo lo que está en su mano, y escuchar la voz interior, lo que nos pasa es que nos hacemos sordos de la vida que queremos durante mucho tiempo y su voz se enmudece.
Escucharnos primero para comenzar a escucharlos. Cuando te abres a la escucha, encuentras su corazón y se abren hacia ti, por entender sus preocupaciones y humanidad, ni de cambiarlos, solo escuchar y aprender.
6 – De la mano de mi madre
Recuerdos al unir nuestras manos, mire atrás a nuestra vida en común. Había atraído a la gente como un imán a su vida, y decir lo maravillosa que era, aunque yo no la veía así.
Pero me di cuenta que no se amilanaba por nada y siempre aparecía cuando la necesitábamos. No lo conocía ni ella a mí, pero siempre me empujaba a hacer algo distinto y fuese mejor cada día.
Cada uno intentaba hacer del otro la persona que creía necesitar. Pero fui capaz de verla al coger su mano, la mujer que no fui capaz de ver, yo pensaba que se peleaba conmigo, pero se peleaba por mi.
Agradecí que creara una familia capaz de reírnos de nosotros mismos y nuestros errores.
Me entristece ver que los que se aman sean incapaces de abrirse o no, simplemente, de cogerse de la mano.
7 – Conversaciones por la paz
A todos nosotros nos vendría bien un poco más de shalom.
Tiene usted razón en lo que dice, pero se equivoca al decirlo. Porque no lo conoces y no le has considerado a todo en su conjunto.
Porque solo conocía sus palabras y el cuento que me conté sobre esa persona. Si queremos paz, debemos ser pacíficos y no limitarnos a solo hablar de la paz.
8 – No hacer nada para variar
Muchos pensamos que estaríamos satisfechos de nosotros mismos si te dedicas toda una vida a conseguir cosas pero no te llenan.
La mayoría de la gente parecía actuar como yo había actuado, trabajan como burros para ser distintos o ser mejores. El mejor cambio que podemos dar es dejar lo de intentar cambiarnos.
Usted no es un fracasado, pero si un insignificante para el mundo. Llorar por el tiempo perdido y reído por se consideraba poca cosa.
Debemos sentirnos más cómodos con nosotros mismos y dejar de pensar en lo que deberíamos ser, nuestra seguridad aumentará considerablemente.
9 – Lo que nuestros hijos ven
Dónde van encontrar sus modelos de vivir felices, con paz y serenidad. Si nosotros no damos ejemplos a nuestros hijos, y nos estresamos por todo. Debemos arreglar primero nuestra vida, para que ellos como un acto de amor y encontrar el significado de la alegría y satisfacción.
Debemos ocuparnos de nosotros mismos para conseguir una vida feliz. Normalmente si se resuelven tus problemas se solucionan los de los hijos, no curar una dolencia, sino buscar la felicidad.
10 – Nuestro trastorno de ansiedad nacional
Cómo manejamos nuestra ansiedad, gracias a la competitividad de la sociedad, por lo que es importante gestionarla de forma adecuada.
Seguimos con nuestra vida monótona, aunque nos cause sufrimiento, que seguir o probar algo nuevo. Tú limítate a darme lo mismo que ayer.
Tenemos lo mejor nuestra capacidad de adaptación, para lo mejor y lo peor.
La verdadera seguridad se presenta cuando dejamos de temer a nuestra mente.

Cuando dudemos de nosotros, vete a una parada de autobús, porque sabemos que llegará aunque no sé cuándo.
He aprendido a pasar juntos tiempo con mi ansiedad, yo no trato de controlarla y ella me controla menos.
11 – El toma y daca de cuidar a otros
A veces lo conocido es un ancla que nos da seguridad.
Ignoramos cómo nos sentimos e ignoramos lo vulnerables que somos, trabajan duro para tener más fortaleza de la que tienen, y hacemos poco por mitigar el sufrimiento de quien cuidamos.
Detestas que te atiendan cuando lo necesitabas, pero deseabas que te mimaran, porque perdía mi independencia y valía.
El cuidador y paciente se mentían mutuamente, dos personas que se aman y se sienten solas, porque no es sincera con la otra persona. Solo debemos preocuparnos cómo se siente, cuidarlo, y expresar los sentimientos de que nos amamos y necesitamos.
12 – El sueño de los hijos y la fe de los padre
No es fácil evitar el entorno, por eso los consejos que damos intentan acallar nuestros miedos y convertir en realidad lo que esperamos de nuestros hijos.
Correr un riesgo para conseguir su sueño, a pesar de perder la aprobación familiar, es bueno fracasar y aprender de los errores. Darte cuenta que también disfrutas de otras cosas, empiezas a madurar, y sentirse satisfecho de su camino tomado.
Tomamos las decisiones en base de lo que creemos que nos hará felices, pero somos malos al predecirlo, y nos solemos equivocar.
Nadie puede prever el futuro, ni el propio interesado, ni imaginar lo que nos hará feliz.
13 – Sobre la compasión
Nuestra mente nos muestra compasión por nosotros mismos, desde nuestro lado el observador tomamos conciencia de nuestros pensamientos.
Ejercicio de Dios y Moises, y ver el mundo a través de los ojos de Dios, de modo cariñoso, comprensivo y bueno. Mira a mi familia con ojos de amor y compasión, y me imagino a mi mismo siendo bondadoso conmigo. Debemos aprender a mirar el mundo desde esta perspectiva y comprender solamente.
14 – ¿Las necesidades de quien son especiales?
Valoran ser independientes y hacer las cosas por sí mismo, y no quieren estar en la situación de depender de alguien.
Perdemos facultades a lo largo de los años, pero lo bueno es que somos capaces de superar las cosas.
Es nuestra mente la que influye en nuestra manera de envejecer. Porque si no pensamos en las cosas, ni nos acordamos, porque nos gusta estar vivos.
15 – Lo bueno de morirse
Ver tan cercana la muerte y reírse en su cara es imposible si no la miramos sin prejuicios, con la mente y el corazón abiertos. Enfrentándose a ella sin miedo, confusión ni tristeza.
Nos angustia porque perdemos el dominio de nosotros mismos, porque amamos la vida, el único problema es negar lo que sentimos, sea angustia o cualquier sentimiento. Una gratitud para tomarle el pelo a la vida. Y reírse de la vida a través de las bromas.
Lidiar con la ansiedad que nos produce la muerte.
Ponte nota de cómo has sentido la vida.
16 – Perdonar
Es bueno que ante una injusticia reaccionemos con ira, porque nos moviliza para la huida o lucha, para sobrevivir, pero después no sirve para más.
Tienes que sentir las emociones de las otras personas, para comprender y empatizar con ella. Debes contarlo para no cerrar ni odio ni resentimiento en tu interior.
Perdón es el fin del resentimiento, no tiene que ver con la otra persona, sino contigo mismo. Cuando lo escondes en tu corazón, es difícil compadecerte de ti ni de nadie.

Debes humanizar y entender a la persona, porque a veces son víctimas de sus experiencias pasadas y así liberarse.
Cuando te pones en la piel del otro, incluso sientes y comprendes porque actúa así, y lloras por él.
17 – El don de la desesperanza
Cuando sufrí el accidente, sentí desesperación e impotencia, por lo cual me di una opción, de que a los dos años decidiría si seguir adelante o no, me daba cierta ilusión de que controlaba yo mi vida, aunque no fuera cierto.
Vive o muérete, porque andar no vas a poder hacerlo. Vives así o no vivas. Eso es lo que hacemos, si nos dan elegir, elegimos vida, me quite la desesperanza y las falsas esperanzas, porque es imposible reclamar la vida que vivíamos, y empezamos a vivir nuestra auténtica vida.
Cuando no tienes esperanzas, puedes llorar la pérdida y enfrentarnos al futuro, con nuestra capacidad de adaptación a lo que nos ocurre, y retomar nuestra vida actual.
Responder las preguntas más difíciles de la vida:
- ¿Quién soy?
- ¿Dónde estoy?
- ¿Qué significa esto?
- ¿Y ahora qué?
18 – Lo que he aprendido sobre el paraíso
La versión del paraíso no coincide con las creencias de la gente, pero de todas las posibilidades de la vida, tú estás aquí, porque fuiste la opción elegida. Aunque haya dolor, sufrimiento y pérdidas, la vida es preciosa, solo debes fijarte atentamente.
Es bueno aceptar, y dejar de resistirse, y estar en paz contigo. Si la muerte no existiera, no entenderíamos lo que significa vivir. Por eso nos aferramos a ella con todas nuestras fuerzas, pero no debes esforzar demasiado por evitarla, porque si no no serás capaz de sentir la vida, lo sabrás en tu cabeza pero no en tu corazón.
Vimos la puesta del sol en el cañón del Colorado, y pensé pero si el sol se pone todos los días, en todas las partes, y es igual de esplendoroso dónde se ponga. La única diferencia está en la actitud que adoptamos al mirarlo.
19 – ¿Cuándo se hará de día?
Llevamos un trozo de divinidad, para amar de forma generosa y expresar sentimientos de gratitud, humildad y sobrecogimiento, y llevar con ello ciertas obligaciones y responsabilidades.
Cuando empieza el día, en el momento en el que al mirar cualquier rostro reconoces a tu hermano o hermana, hasta entonces será de noche.
20 – Nuestra Orfandad
El suspiro es una expresión social de tristeza, ansiedad, porque comunicas tus emociones al resto. Nuestra alma siempre esta huérfana, porque nos dicen de dónde venimos, pero no nos dice quien somos en realidad ni que hay en nuestro interior, suspiramos para entender algo que jamás conseguiremos entender.
Somos muy parecidos, suspiramos para que nos entiendan, nos vean de verdad, pero sabemos que una parte no será comprendida, por eso tenemos miedo a mostrarnos.

Cuando encerramos una parte de nosotros mismos, perdemos como comunicarnos, primero a nosotros y después a los demás. Somos huérfanos, pero cuando más descubramos más unidos nos sentiremos.
A veces siento que formo parte del universo, soy una parte tan esencial que se conecta a la divinidad de mi interior, dejo de sentirme solo y huérfano. Si prestas atención a la fuerza vital del mundo, serás parte de él y puedas expandirte como una pertenencia a tus semejantes, oirás sus susurros, los sentirás pero no tendrás miedo.
21 – El amor no siempre es bonito
Debemos enseñar a que expresen sus sentimientos, cuando expresarlas y cuando no, pero debemos permitirles que lo digan en voz alta. Debemos aprender a controlarnos de esos sentimientos incómodos a pesar de lo que los queremos.
Debes luchar contra tus sentimientos negativos, y entender de ellos porque encuentran el camino de expresarse. Debemos afrontarlos, y expresar nuestros sentimientos a nuestros hijos. No echarle la culpa de tus sentimientos, y el amor es más grande que la rabia, frustración y lágrimas.
Es bonito aceptar la vulnerabilidad, sentir miedo por nosotros y los que amamos. El amor no es cálido ni estable puede ser complicado y confuso, pero siempre es íntimo y básico.
El amor es el patrimonio de los valientes.
Ghandi
22 -Fe
Debemos dejarnos llevar, para ser un todo, debemos integrar nuestra divinidad en nuestra humanidad, como un acto de fe y dejar morir nuestro ego. Como humanos, buscamos alivio donde podemos pero debemos buscar la sabiduría de nuestro interior.
Debes movilizar todos los recuerdos positivos que dispongas para destruir el tumor, pero debemos responsabilizarnos de nuestro diamante, porque depende de ti. Se trata de colaborar en el florecimiento, y buscar la eclosión. Al final, nos quedan dos opciones: vivir o morir, y seguir como un acto de fe de vida para conseguir el compromiso de vivir su propia vida.
23 – En busca de la paz
Nosotros debemos encarnar el cambio que deseamos ver en el mundo.
Ghandi
Vivimos enfocados en una persecución del logro, para lograr una seguridad que no tenemos y nos condena a sufrir. Debemos reflexionar lo que deseamos en realidad de la vida.
Nos esforzamos a tope por conseguir seguridad y no nos preocupamos de lo importante, que es lo que deseamos obtener. Nos decimos que viviremos en paz cuando los demás cambien, pero no podemos conseguirlo, deja de pelear y haz el cambio en ti, es la única batalla que puedes lograr.
El cambio empieza por ahí, empieza un día sin cotillear ni decir nada negativo, y fíjate después como te sientes, ya verás cómo te sientes conciliador, y es el primer cambio del mundo que queremos.
24 – Nosotros los heridos
Empecé a reconocer los síntomas de las enfermedades mentales, pero realmente descubrí cuando estudie las heridas, la forma de mente y cuerpo tienen de curarlas. Cuando nos hieren debemos centrarnos en la herida, debes protegerla para que cicatrice en nuestro interior.
Hipócrates, dentro de cada paciente hay un médico para sanarlo. Gottlieb añade que dentro de cada sanador hay un paciente herido que necesita cuidados. Debemos hacer partícipe a las cuatro partes.
Lo que cura un alma herida es tanto quienes somos como lo que hacemos. Cura nuestra humanidad. Necesitamos equilibrio, integridad y franqueza.

Entender sus vidas, estar con ellos, formular las preguntas que abren las puertas de su interior.
Humano que ayuda a la gente a comprender y a sentirse cómodo con su propia humanidad.
No desees nada, debemos dejar y olvidar nuestro ego. Debemos confiar, traer la compasión, para crear el ambiente propio de la curación sin escarbar en la herida.
25 – Lo que nos enseñan nuestros hijos
Los niños tienen una capacidad de adaptación. Reaccionan a las dificultades mucho mejor de lo que me esperaba.
Siguen su propio camino, y no el tuyo, no podemos elegir la película de sus vidas, ni quitarles el sufrimiento de su infancia.
Mantra: Recuerda que puedas hacer una cosa no significa que debas hacerla.
Me han enseñado que amar es más sencillo si creemos en la capacidad de recuperación del espíritu de nuestros hijos.
26 – Cómo educar a los hijos adultos
Respetar su integridad y autoridad sobre todas las cosas, lo que les digamos ya lo saben, por lo que debes ayudarle de forma desinteresada e interrogativa. ¿Quieres que o como puedo ayudarte?
No cargar nuestros miedos en ellos, y no aconsejar sin pedir permiso.
27 – Lo que he aprendido sobre el anhelo
Aprender a soportar el anhelo, privándote de cosas básicas. Debemos rebajar nuestras expectativas para anhelar lo que realmente queremos en la vida.
Lo que deseo es no desear, cuando me llegue la hora, quiero estar aquí, sea bueno o malo. Sé que no lo conseguiré nunca pero es a lo que aspiro. Cuando lo pierdes el deseo se convierte en añoranza y después en dolor sordo.
Si aprendes a vivir con la morriña, tu serenidad aumenta.
El deseo es tan solo un síntoma de angustia, no una llamada a la acción.
Buda
28 – La paz se alcanza cuando dejamos de luchar
Nuestra mente nos lleva ventaja cuando nos dice que realmente no somos tan buenos, y no podemos huir de ella, es como tener el demonio de la inseguridad dentro.
Encierra en la mente de un chivo todos los pecados del mundo y haz que el chivo desaparezca. Chivo expiatorio según la Biblia. La verdad es que no podemos escapar de nuestros demonios.
Debemos gestionar nuestra ansiedad, sentirnos tristes nos ayuda, y experimentar emociones dentro de ti, de gratitud, amor, compasión para vivir tu vida plena en cada instante.
Toda la vida, estuviera donde estuviese, estaba en otro lugar. En lo que me queda, quiero estar dónde estoy.
29 – El undécimo mandamiento
Resumir las enseñanzas de Buda en una: Renegad de todo aquello que empiece por yo, mi o el mío, y no tomarnos a nosotros demasiado en serio.
Los aprendizajes de mi mente no son asunto mío, es la ventaja de tener una mente que ve el mundo como lo ve, no son mis ideas, sino ideas a través de mí.
Lograr esa conexión para beneficiarnos ambos, tenemos la suerte de comprender lo que pasa en nuestras mentes. Ser conscientes que no importamos como individuos, solo importa lo que hacemos.
Tenemos las herramientas necesarias dentro de nosotros para resolver tus problemas, solo debemos buscarlas. Porque mis problemas no tienen la menor importancia para el universo, debes prestar más atención a la obra divina y olvidarte de tus preocupaciones.
30 – La vida: buenas y malas noticias
Depende de nuestra manera de afrontar tus problemas, desde el lado bueno o desde el malo. La invalidez me ha ayudado a convertirme en lo que soy. Al romperme el cuello, mi alma empezó a respirar, doy gracias a ese trauma, es mi diferencia de no ser como el resto.
Mi vida es preciosa, buena y una bendición, siento más gratitud, admiración y amor que la gran mayoría, la amo casi en toda su totalidad, aun así sufro y me desespero.
Sentir es vivir. Explicar es mentir. Un dicho del yoga.
Debes apreciar los tesoros de la vida, porque siempre habrá sufrimiento, pero podemos apreciar lo hermoso de la muerte también.
Dan está muy cabreado por ser, de entre todos los presentes, quien ocupa el ataúd.
31 – Reflexiones Finales
Navegar sola por la vida, sin la protección de unos padres, niña de corazón dulce y generoso, pero de espíritu herido. Me ha proporcionado la flexibilidad de los niños ante la tragedia. Me siento sola y me pongo triste, porque nadie me entiende, me siento asustada e insegura, harías cualquier cosa para acallar tus emociones tan intensas.
Soy feliz la mayor parte del tiempo, pero cuando pienso en la muerte de mi madre, me pongo triste, porque no eres tan buena como crees que deberías ser, y otras me limito a disfrutar de la vida y amar a quienes nos aman.
Vamos por la vida a la velocidad de la luz sin sentir el dolor que siente nuestra mente y cuerpo, pero necesitamos sentirlo, debes abrazar nuestra vulnerabilidad.

Nuestro cerebro no cree que algún día moriremos, pero ese día llegará antes de lo deseado. Nuestro corazón sabe lo preciosa que es la vida, pero casi nunca lo sentimos.
Ser humano, es decidir por ti mismo, pero mi recomendación. Mira a un semejante y fíjate en el ligero rehundido que tiene sobre sus labios, tiene lo mismo que tú.
Después míralo a los ojos, hallarás un ser tierno y vulnerable que busca la felicidad, seguridad y el amor. Hallarás a un ser compasivo y generoso pero a la par que egocéntrico. Alguien que se siente herido y ha herido a otros, si lo miras profundamente verás su alma, y descubrimos lo que siempre has sabido de ti mismo.
32 – Epílogo
Animo a despedirse de la gente de quienes amamos, porque a veces no tenemos la ocasión de despedirnos de ellos. Diles lo que significan para ti, lo que te hacen sentir y lo que desearías si no vuelves a verlos.
Mi cerebro se aferra a mi legado, esperando que el adiós no sea definitivo.
Mi cuerpo está roto, mi mente está neurótica pero mi alma está en paz.
Debemos vivir en nuestra alma, para sentir humildad y gratitud.
Date un festín de vida.
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